Lo que aprendimos de la pandemia

Después de más de cuatro semanas de cuarentena y días más de la aparición del Paciente Cero en nuestro país, debemos hacer un análisis a la respuesta que dio nuestro Gobierno a la Pandemia que nos abate y hacer un recuento de las enseñanzas obtenidas y de los errores, aciertos y resultados de las acciones ejercidas por el equipo que está enfrentando esta crisis. Lo que está claro, ahora más que nunca, es el rol fundamental del Estado para enfrentar una crisis de esta magnitud. Ningún organismo nacional, por sí solo e independiente, podría haberlo hecho.

Lo que impresiona, al inicio, es saber que teníamos casi 100 mil millones de soles para disponer a la brevedad casi inmediata. No es poco dinero. Entonces, nos preguntamos: ¿por qué no se invirtió en equipar hospitales con equipos médicos de última tecnología y en dotar con trajes de protección a médicos y enfermeras? Si teníamos el dinero ¿Por qué no se compraron reactivos de diagnóstico clínico y test de detección temprana? Sí sabíamos que el virus había pasado de China a Europa ¿Por qué no se prepararon con anticipación cuadros especializados para detectar a portadores en puertos, aeropuertos y zonas de frontera? Es incomprensible.

Las integrantes de la Federación de Enfermeras del Perú protestan a fin de exigir un mayor presupuesto para el sector salud y mejoramiento de las condiciones de seguridad.

Las medidas iniciales del Gobierno, para combatir la Pandemia, fueron torpes y lentas, aunque después el Presidente se dio cuenta de lo que se venía y rectificó, cambiando a la Ministra de salud, pero ya era tarde. Ahora todo el país está detenido en casa desde hace semanas, tenemos 100 mil millones de soles menos, nuestro aparato productivo está paralizado y nuestra población está más pobre porque no puede salir a trabajar. Si se hubiese reaccionado rápidamente, el COVID-19 se hubiera detectado a tiempo y las restricciones hubiesen sido menos extremas. ¿Por qué no dieron consejos oportunos y acertados, los cientos de asesores de diversas oficinas ministeriales, en los que se gasta muchísimo dinero?.

Otra calamidad, han sido las Universidades: las nacionales reciben miles de millones de soles anualmente y las privadas otros miles de millones en exoneraciones tributarias. Y todas ellas – públicas y privadas – no se pusieron inmediatamente a disposición de los organismos pertinentes apenas se supo de la pandemia, al contrario, guardaron silencio y reaccionaron tarde, cuando ya el virus se había extendido. Pocas hacen proyectos en biología y muchas no tienen laboratorios de investigación científica, ni se ocupan de desarrollo tecnológico, ni menos de innovación tecnológica, ni otorgan presupuesto para construir laboratorios y contratar científicos e investigadores, pese al dinero que guardan en caja.

Cuando llegó el virus, nos enteramos que faltaban reactivos y test de detección temprana y que los estaban buscando en China y en otros países. Entonces pusimos atención en nuestras universidades, pensando que podrían contar con los reactivos o con los test o que los podrían producir en sus laboratorios, como lo hacen en otras universidades de países avanzados.

Pero nada de eso había. Después, se supo que algunas universidades disponían de reactivos y los pusieron al servicio del Comando que combatía a la pandemia. Es aquí cuando surge la pregunta: ¿Por qué el Gobierno no destina un presupuesto apreciable para construir y equipar un laboratorio de biotecnología Genómica en sociedad con las universidades?. Estamos totalmente seguros que el Gobierno Central podría destinar Mil millones de soles para ello y para contratar investigadores y científicos.

De esta manera, ya no iremos al extranjero en busca de ayuda para combatir otra epidemia, al contrario, estaremos en disposición de brindar apoyo al país que nos lo solicite. Mientras tanto, salvo excepciones, diremos que nuestras universidades no cumplen con el rol que tienen en la sociedad: ser la Inteligencia de nuestra Nación.

El Gobierno Central destinó 20 millones de soles a Cancillería para repatriar a miles de compatriotas varados en el extranjero, decisión que celebramos pero, como no tenemos Línea Aérea de bandera, tuvimos que pagar precios exorbitantes a líneas aéreas extranjeras, por los charters contratados. Es otra negligencia producto de un sesgo ideológico y antinacional que después de la Pandemia deberíamos corregir.

La CONFIEP propone facilitar el despido de trabajadores ante la crisis que ha generado la pandemia del coronavirus. Esta medida sugiere que las empresas despidan a sus empleados de manera colectiva y automática, sin autorización previa, lo cual implica que el empleador no se encuentre obligado al pago de una indemnización por despido arbitrario. (RPP NOTICIAS)

Los que hicieron y hacen un papel patético en esta crisis que nos agobia son los de la CONFIEP y sus acólitos. En un comunicado dicen: “Se debe salvaguardar a las empresas y los puestos de trabajo…” asimismo, ciertos profesionales entre los que se encontraban algunos exministros, en un Pronunciamiento, señalan encontrarse: “conmovidos por la difícil situación que afrontan las familias peruanas”

Que cinismo, que hipocresía. Cuando todos ellos, solo querían que no se retire el 25% del Fondo de las AFPs, para seguir usufructuando libremente del dinero que les quitaron a 7 millones de trabajadores peruanos afiliados al SPP. Lo que no sorprende de estos parásitos, es el comportamiento que tienen ante el difícil momento por el que está pasando nuestra Nación. Piden dinero antes de dar dinero. Y cuando sienten que peligran sus intereses, acuden prontamente a “contribuir a los Partidos Políticos de su predilección”. Sin embargo, cuando es la nación la que está en peligro, miran a otro lado y cierran sus abultados bolsillos. Sabemos de su comportamiento apátrida e internacionalista.

Lo que ya no es inusual ni casual, es la decisión del Poder Ejecutivo haciendo suyas las “sugerencias” patronales y manifestándose en contra de la devolución del 25% del Fondo administrado por las AFPs. Millones de compatriotas necesitan ese dinero para hacer frente a la crisis provocada por la pandemia y la actuación negligente del propio Ejecutivo. Esperemos que el Gobierno rectifique, como lo hizo al inicio de la presencia del virus en nuestro país y entregue rápidamente el dinero, propiedad de los aportantes.

Necesitamos hacer un viraje completo al rumbo que lleva nuestro Estado. Creemos que los errores cometidos sólo pueden ser entendidos si sabríamos que fueron hechos en el curso de la ignorancia o el descuido negligente, pero no estamos seguros que haya sido así, al contrario pensamos que esto que ha sucedido al inicio y durante la Pandemia, no es el resultado de una actitud negligente, que de por sí es grave, si no que es producto de una línea dogmática que sigue nuestro gobernante y que conduce a buscar la sumisión total de nuestra población. Sumisión inadvertida lograda con ayuda de los medios de comunicación.

Y lo está consiguiendo, con educación de baja calidad, pésima alimentación y salud precaria de la mayoría de nuestros niños. Ahora tiene una oportunidad fáctica para someter, todavía más, a nuestra gente utilizando el miedo a la muerte que causa la Pandemia. Pero también tiene la oportunidad inigualable de rectificar con hidalguía y gobernar en busca de un futuro mejor para nuestra Nación.

Roberto Angulo Alvarez
Excongresista de la República
__________________

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *